¿DÓNDE ESTUDIAR TÉCNICO AUXILIAR ADMINISTRATIVO EN SALUD EN CALI?

El Poder de la Empatía en el Cuidado de la Salud

¡Atendiendo desde el corazón! Porque todos queremos ser tratados bien, cuando nos sentimos mal. 


Pasar por un tratamiento para mejorar nuestro estado de salud es una de las situaciones más molestas e incómodas que existen, pensar en los exámenes, no estar con la familia, la larga espera por ser atendidos, el incómodo suero y esa manguerita que nos recuerda nuestra fragilidad... es todo un desafío. 


Cuando buscamos un médico, en emergencias o consultas, esperamos ser tratados con respeto. Esa parte humana detrás de la bata no debe perderse, viendo los pacientes, no cifras o una clasificación del Triage. 


Viviana, apasionada auxiliar de enfermería, comprende la dificultad de trabajar con pacientes en situaciones tan delicadas. Ha enfrentado casos variados, pero hoy, desea compartir un relato que dejó una huella imborrable en su vida personal y profesional. 


A sus 13 años, Viviana solía sentir punzadas intensas en el pecho. Respirar se volvía un reto y, cuando el dolor cedía, su corazón parecía querer escapar de su cuerpo. Dadas las historias familiares de infartos, su madre la llevó al médico. El electrocardiograma se convirtió en un aterrador paso. Sin embargo, la enfermera que la atendió no solo la tranquilizó, sino que también logró sacarle una risa mientras pegaba los "chupitos" en su piel. 


Durante la cita para revisar los resultados, una doctora la hizo vivir una experiencia negativa. La mirada fija en la pantalla de su computador, como si ella y su madre no existieran, solo se giró para decirle “¿y es que usted cree que le va a dar un infarto o qué? A los niños no les dan infartos” sus ojos amenazadores y el tono burlesco, las hicieron sentir tan incomodas que ninguna dijo nada más. 


Cuando alguien está enfermo, se siente confundido, vulnerable y a menudo avergonzado por su desconocimiento. El vínculo con el paciente es crucial para el tratamiento. 


Basándose en sus experiencias y su pasión por servir, Viviana ha desarrollado tres habilidades blandas fundamentales para una atención de calidad y calidez de los pacientes: 


  1. Contacto visual: Una mirada sincera que reconoce al paciente.

  2. Escuchar activamente: Conocer su historia enriquece el tratamiento.

  3. Sonreír: Una sonrisa puede transmitir y contagiar tranquilidad.

Viviana trabaja con pasión y empatía, manteniendo presente esta lección de vida. Su compromiso y constante reflexión nos inspiran a todos a ser más empáticos y compasivos en nuestras interacciones diarias.


Déjanos tus datos y comienza tu camino hacia un servicio consciente, compasivo, empático y más humano.

John DOE • CEO de MyCompany


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